martes, 25 de mayo de 2010

Pintando paredes


Una pared es una pared. Obra hecha para cerrar un espacio. Así de simple. Una pared.

Una pared es una pero son dos. Tiene dos lados. Podríamos pensar que como dos caras de una moneda. Pero no. Tiene dos lados que dividen, un adentro y un afuera. En este caso serían algo distinto, el adentro y el afuera. No estaríamos hablando ya de la misma pared.
¿Cómo algo tan distinto puede ser lo mismo? Es imposible separar los dos lados, juntos forman uno, la pared. Pero a su vez cada lado puede ser una habitación y una cocina, un lado pintado y otro lado empapelado, uno gastado y el otro como nuevo. Pueden ser totalmente opuestos, contradicciones que no pueden existir separadas.
¿Sos una? ¿Sos dos?

La pared separa, divide, permite encontrar un límite en el espacio. Sin paredes todo sería lo mismo, no habría lugar para lo singular. Pero una pared une, permite definir un espacio, cerrarlo. La pared te protege y contiene y la pared a su vez puede asfixiarte y no dejarte salir.

¿Pero dónde terminás? ¿Hasta dónde llega una pared? ¿Hasta donde otra la cruza? Podrías pensar que cuando una pared cruza a otra encuentra su límite, ahí termina. Pero tal vez no, tal vez toda pared paralela a ella es ella misma y entonces se extiende, se extiende no sin fin, pero se expande. Ahora va más allá del espacio de un cuarto, abarca más de uno, puede abacar muchos más. Así también su contradicción, su diversidad se expanden, ya no es la dicotomía de dos lados. Cada lado a su vez varía. Dentro de un mismo lado otras pared lo intersectan y con cada intersección ese lado cambia. Cambia su pintura, cambia su empapelado, cambia su color, cambia.

Entonces una pared podría terminar en donde termina su largo. Pero tal vez va más allá, tal vez una pared no tiene porqué ser recta y lineal. En este sentido un cuarto se no forma por cuatro paredes. Sería una pared rectangular. Siendo esto posible la pared sigue expandiéndose, ahora su caos, su diversidad, esta entropía incluye a las intersecciones. Estas intersecciones a su vez tienen dos lados con sus propias posibles intersecciones. La pared se expande, tu pared se expande en múltiples relaciones y conjuntos.

Limitate, centrate. El cuatro, las cuatro paredes, esa pared rectangular y a veces (¿Por qué no?) cuadrada. ¿Que ves ahí? ¿Qué ves en vos? Un ciclo, otro ciclo como tantos. ¿Dónde empieza? ¿Dónde termina? No lo hace nunca. No tiene principio, no tiene fin, simplemente es. Puede recorrerse indefinidamente y nunca terminar.

Ahí está. Eso es. Sí, eso sos. Ahí está tu pared. Ahora sos una pared.

Pero asimismo, con todas sus vueltas, con todas y venidas, conexiones y ciclos, sigue siendo eso, una pared. Más larga o más corta, ilimitada o limitada, sigue siendo la pared. Pintala, escribila, dibujala y cuando le preguntes qué ve, te va a seguir diciendo que una pared. Ensuciala, limpiala, hacé lo que quieras, pero cuando le preguntes a qué ve, te va a volver a seguir diciendo una pared.

Podés romperla es verdad, podrías destruirla. Pero qué difícil que es derribar una pared. Imposible hacerlo uno mismo, necesita de alguien, al menos necesitás de algo. En soledad las paredes no se derriban.

Y pesar de todo, cada tanto te encontrás con una pared con un agujero. O con una pared quebrada. Y lo mirás. Mirás esa pared y te preguntás cómo se habrá quebrado. A algunos les agarra el deseo de arreglarla, de llenar el espacio vacío.

¿Simplemente eso? ¿Simplemente una pared? ¿Siempre la misma? ¿Podrás ser otra? ¿Se puede ser otro?

Con tanto por decir de una pared... ¿Cuánto más habrá por decir de una persona?

lunes, 24 de mayo de 2010

Enredado pensás

Tal vez si de a poco empezás a desatar todo

Acá alguna vez se escribió algo que incluía esa frase y como no supe usar el blog lo terminé borrando y eso que alguna vez se escribió, dejó de estar escrito. Y ahora ni yo sé que decía.

La verdad, una macana!

lunes, 17 de mayo de 2010

La verdad que no sé..


¿Por qué seguís estirando los brazos intentando alcanzarlo, cuando es más fácil dar un paso adelante y acercarse?

martes, 4 de mayo de 2010

Sus preguntas no molestan u.u


¿Y qué te queda? ¿Y a dónde vas? ¿Y por qué?
¿Sabrá alguien? ¿Te escuchó? ¿Le dijiste? ¿Te quejaste? ¿Cuándo? ¿Con quién?
¿Lo compró? ¿Te quiso? ¿Te asustaste? ¿Hasta? ¿Para qué?
¿Y ahora qué? ¿Qué vas a hacer? ¿Qué hiciste? ¿Por qué lo hiciste? ¿Para qué lo hiciste? ¿Para quién? ¿Por quién?

¿Sos nosotros? ¿Estás en ellos? ¿Te ves en ella?

Siempre te gustaron más las preguntas eh.