- ¿De qué vas a escribir?
- Todavía no sé.
- Algo ya se te ocurrirá.
- Veremos que algo.
- ¿No tenés un tema para escribir?
- Hay cosas que se hablan, no se escriben.
- No te entiendo.
- No sería la primera vez.
- Cierto. O capaz no, tal vez prefiero que creas que no te entiendo, pero siempre lo hago.
- ¿Por qué querría creer que no me entendés?
- A veces es más fácil así ¿Quién dice que es mejor cuando dos personas se entienden? Eso para mí que es mentira.
- Estás loca.
- No, en serio. Cuando no te conocés del todo con el otro podés especular, podés inventarle excusas, razones, pensamientos, lo que quieras. Cuando conocés a alguien pero no lo comprendés sigue pasando lo mismo, le podés dar falsas justificaciones, podés creer lo que prefieras creer.
- Vivir una mentira ¿No?
- Mientras yo no sepa que es una mentira, mientras nadie me lo aclare, para mí va a ser la verdad.
- Que idiota que sos. Prefiero saber si es todo un invento. Jamás lo dudaría. Supongo que jamás habrás entendido a nadie.
- Eso no lo sabés.
- Ah... Entonces sí ¿Eh? Ya sé lo que te pasa entonces.
- ¿Qué?
- Nunca te entendieron.
- ...
- Voy a tomar ese silencio como un sí. Ya te va a pasar, todavía sos joven.
- Pero no sé si quiero que me entiendan.
- Seguís siendo una chica demasiado profunda para ser tan mala.
- Una cosa no quita a la otra.
- Touchè