miércoles, 22 de febrero de 2012

Vías

Y me dijo que las decisiones inevitablemente conllevan exclusiones. Paradójico que elegir algo siempre conlleva rechazar otra cosa.
Tenés razón queridísimo Raúl, pero no elegir nada significa excluir todo.
Así que, mejor elegir mal que nunca elegir.
Mejor elegir mal que nunca elegir. Vos pensá que ante una decisión incorrecta al menos sabés el error, sabés en donde radica el problema.
Claro, al no elegir, al quedar en la indecisión todo es incorrecto. El dolor de la duda tiene doble d.
Exacto, D de duda, D de dolor, D de de, D de D, D de una letra D.

Que alegría entonces, que felicidad que una gente empiece a aprender a elegir, Raúl.

Exacto Raúl, exacto. Bendito espejo espejado, vuelve al baúl ahora.

2 comentarios: