sábado, 29 de enero de 2011

Nos

- Daodmoimeodimoi AAAAAAAAH! Te juro que hoy, ahora, odio a todo el mundo.

Ya está, esa fue la gota que rebalsó el vaso - Se dijo el mundo. Decidido dio un paso al frente y exclamó - ¿Y me querés decir yo qué hice?
El hombre se quedó ahí parado, atónito. (Sepan comprender, no es algo que uno anda esperando que le suceda. Un cruce con un conocido, una mirada cómplice con un extraño, incluso un robo en medio de una avenida, son hechos esperables, racionables. Pero esto... Esto no era algo que se viera todos los días.)
¿Y me querés decir yo qué hice? - Le repite.
Al final toma aire y contesta: Perdón.

El mundo lo observa entre indignado y avergonzado. - ¿Perdón? ¿No te vas a justificar? ¿No te querés explicar? Todos quejándose, discutiendo y siempre desquitándose conmigo y eso es lo único que tenés para decir. Bueno...
-Es que... No sé, no creí que te afectara. A veces por ver demasiado para un solo lado se terminan obviando ciertas cosas. Yo no vi que te estaba lastimando a vos. Lo que pasa es que.. Fue por.. La vida, cosas de la vida...

- ¿Perdón? ¿Y ahora yo qué tengo que ver? - Claro, él trató de justificarse como pudo y de vuelta olvidó mirar en uno de los muchos (¿Infinitos? ¿Interminables?) lados. Ahí estaba ella parada, la vida. Bueno, no parada exactamente. Todos saben que la vida técnicamente nunca para. Pero digamos que ahí estaba ella, avanzando lo suficientemente despacio para poder mantener una conversación con este extraño individuo que parecía tener la interesante cualidad de exasperar hasta lo inexasperable.

El patético hombrecito no podía creer lo que le estaba sucediendo. No solo debía defenderse frente al mundo, sino frente a la propia vida. Esta vez, ya un poco más relajado, se tomó unos minutos para analizar su respuesta.
- Es que... - Finalmente empezó a balbusear algo - Es que si no fuera por vos nada de esto sucedería. Es por tu culpa, en tu contexto, en tu inmensidad, que se dan todas estas redes y conexiones que no hacen más que enredarse entre sí y complicar la existencia. Si no fuera por vos, por la vida, nada de esto estaría sucediendo. No tendría pensamientos, no tendría sentimientos, no tendría dolor. Lo sé, tampoco alegría, tampoco podría reir, tampoco... ¿Pero para qué quiero todo eso? Mejor un estado intermedio y neutro, ni feliz, ni triste, simplemente estar ahí. Tan sencillo sería. Así que sí, te culpo a vos. Y si no fuera por el mundo, que facilita un entorno para que se realicen todas estas redes y que alberga la inmensidad de la vida, nada de esto sería posible. Así que nada de perdones para ustedes.

El mundo y la vida se miraron. - Pero que hombrecito más ignorante - Pensaron. Y lo dejaron en paz (O mejor dicho, en su soledad que muchos dirían que no es verdadera paz.)

Fue así que el mundo y la vida no volvieron a molestarlo y le dejaron seguir maldiciéndolos, insultándolos, culpándolos y demases "dolos". Y que bien se sentía el hombrecito ahora, certero de que él no era más que una víctima de males de la vida en un mundo completamente ajeno a él.

La verdad que sí, que hombrecito más ignorante(s)

1 comentario:

  1. bien, muy bien. las suyas Don? no quiero que terminen y ya se viene febrero

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