martes, 13 de julio de 2010

Porque antes es lo que después

Si te ponés a pensar, el pasado nunca podría haber pasado de otra manera. Claro, cuando fue presente había toda una gama de opciones y posibilidades pero una vez que pasó, pasó.
No creo en el destino pero sí que todo va a pasar de una sola manera. (Que fatalista, que estrecho eso) No, no es estrecho. ¿Cómo te lo explico? Sí, en un momento tengo dos (O más) opciones pero por ser quien soy, por ser como soy, por ser yo, siempre va a haber una que voy a elegir.
Esa decisión no está condicionada por un Dios o un Plan ya fijado sobre que es lo que tiene que pasar, pero es cierto que mi forma de ser, la situación, el entorno, ese momento justo y 5674 condiones más, van a hacer que vos, yo y todos tomemos X decisión en X momento.

En otras palabras, las opciones están, pero las elecciones también. Por más indecisión que tengamos en cierta ocasión hay algo que vamos a elegir hacer. Llevándolo a lo simple, si yo sé que te gusta el rojo y odiás el verde y un día te acompaño a ver una remera que está en rojo o verde, sé que vas a probarte la roja pero ni siquiera tocar la verde.

Así que las cosas son como van a hacer. De todas maneras, esto no implica una pasividad de tu parte (Y la mía) ya que esa pasividad definiría una determinada forma de que pasen las cosas. Por el contrario implica una máxima actividad de uno. Vos sos el que tiene que hacer que las cosas pasen de cierta manera.

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Así que si volvieras atrás en el tiempo, lo lógico sería que las cosas no puedan cambiarse, inevitablemente pasaría todo de la misma manera. El pasado por algo está pasado.
Claro. Entonces el pasado es inevitable. El presente, en cambio, es una puerta abierta a miles de futuros.
Claro. Entonces el presente es opción. El futuro, en cambio, es completamente variable, ya que el presente lo condiciona y modifica constantemente.
Claro. Entonces el futuro es incertidumbre.

Bueno, lo que querés decirme es que si fueramos al futuro y vieramos lo que va a pasar podríamos volver al presente y cambiar nuestro actuar, porque todavía no es pasado, todavía no es inevitable.
Claro.
Pero lo que para nosotros es futuro, para un futuro puede ser pasado, entonces ya es inevitable. Por lo tanto estaríamos cambiando lo inevitable.

Te odio ¬¬

3 comentarios:

  1. Que retorcido que sos...
    Pero coincido totalmente.

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  2. Sí, retorcido es algo positivo. A ver cuando entiendes chaval que no me gusta lo normal!

    Y lo del auto... la sensación esa del estómago, se llama vértigo. Como cuando te subis a una montaña rusa... Hace tiempo que no me pasa, será que ya no tengo miedo?

    Estoy pensando que, aunque pudiese cambiar el presente sabiendo el futuro, si bien decis que serían de la forma que elegimos que sean en base a las opciones que se nos presentan... creo que si de alguna manera pudiera elegir lo que no elegiría por los impulsos de mi personalidad, tampoco lo haría. Las cosas como son y deben ser. Solo para llevarte la contra, yo sí creo un poquito en el destino porque me la jugó fiero unas cuantas veces.

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  3. yo no te odio :)
    y el principio, o quizás la idea, me hizo acordar a otra entrada vieja :D.

    y juani, callate, inevitable no es nada =P

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