lunes, 19 de octubre de 2009

II hpelA



Hay ciertos X (cosas, hechos, personas, situaciones y de más) de los cuales uno no puede terminar de despegarse.

Para imaginar mejor esto que quiero decir podemos imaginar que uno mismo, al que llamamos Uno es un punto que avanza a lo largo de la vida por una línea, que representa el tiempo. Sin embargo, esta línea no es recta sino oblicua y sus dos extremos de unen, de forma que constituye un círculo.

Uno camina entonces sobre este círculo (que sería una línea de tiempo) de manera que llegado un cierto punto del trayecto se va a encontrar con este X que mencionaba. El punto es que después de pasar sobre el punto donde se encuentra X, Uno seguirá avanzando de manera que llegará un momento en el que creerá haber olvidado todo sobre X.

En realidad, al darse esta sensación, nos encontramos en presencia del mayor alejamiento posible entre Uno y X pero, como podemos imaginar, no constituye una verdadera separación ya que Uno sigue conectado a X a través del contorno del círculo (la línea del tiempo). Entonces podemos preguntarnos ¿Qué es lo que en realidad sucede cuando Uno cree haber perdido toda noción respecto de X?

Teniendo en cuenta que ambos puntos continúan sobre la línea, podemos fácilmente comprobar que el momento en que ambos se encuentran más alejados se da cuando la distancia entre X y Uno, por dentro del contorno del círculo, es igual al diámetro de este último. Es decir que, la mayor separación entra ambos se da cuando su distancia coincide con el diámetro del círculo.

Realizando un imagen mental de este hecho podremos apreciar que se ha dividido al círculo en dos semicírculos idénticos. Uno de estos constituirá el semicírculo del pasado de Uno y el otro el de su futuro (Ya que el contorno representaba al tiempo y, suponemos, Uno se encuentra sobre y representa el punto del presente).

En base a estos hechos, consideramos que Uno no está separado de X sino que se encuentra en el estado de mayor alejamiento posible en términos de pasado Y futuro. Esto se debe a que una vez que se pase este punto Uno estará más alejado en términos de pasado pero más cerca en términos de futuro por lo que se encontrará proyectando a X en su vida diaria y viceversa.

En otras palabras, cuando X está más cerca del futuro de Uno (Es decir, que el semicírculo de la derecha pasa a ser menor que el de la izquierda, suponiendo que Uno avanza contrario a las agujas del reloj), significa que Uno está comenzando a reinsertar a X en su vida (Ya sea a través de encuentros ocasionales, pensamientos, imágenes, etc.), lo proyecta a futuro. Por otro lado, cuando X está más cerca del pasado (Semicírculo izquierdo menor que el derecho) significa que los recuerdos aún se mantienen vívidos.

Deducimos así que, al llegar a la línea del diámetro, el "punto del falso olvido", se llega al momento en el que menos se recuerda y, a la vez, menos se proyecta a X.

En síntesis, Uno nunca logra arrancar a X de sí sino que los más cercanos a desprenderse de este consiste en vivir una serie infinita de constantes alejamientos y reencuentros caracterizados por puntos de falsos olvidos.

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